El primer "Gallico fue al actor pamplonés Alfredo Landa, según acuerdo de la Junta Directiva del 12 de febrero de 1.986.

Aunque se tenga la idea de que Alfredo es donostiarra, nació en la calle de San Antón y se siente muy navarro: "Yo me he hinchado de decirlo siempre, siempre lo he dicho: por encima de todo soy navarro", declaró a la prensa.

También se mostró muy contento con el premio: "Tenía una espina clavada porque he recibido muchos homenajes y soy un hombre afortunado, pero de los navarros no había recibido nada y esto para mí significa quitarse la espina: por eso es un motivo de satisfacción".

En aquél entonces, poco sospechaba él ni mucho menos nosotros, que toda la Comunidad Foral le iba a rendir un homenaje absoluto por su trayectoria, durante una semana,propiciado por NAPARDI y apoyado en Pamplona, con unas jornadas de homenaje a sus películas en los cines Golem, fue recibido por el alcalde en el Ayuntamiento de la de la ciudad, por el Presidente del Gobierno de Navarra, en el Salón del Trono del Palacio, por el Presidente del Parlamento Foral, en sus nuevas instalaciones, siendo el primer firmante en el nuevo edificio, pero a su vez, el último firmante del libro que en ese mismo momento se cambiaba. Todo un honor. Y ya, para terminar con una semana intensa, hizo el saque de honor en el partido de futbol celebrado en El Estadio del Sadar, entre Osasuna y Atlético de Madrid.

La trayectoria profesional del actor se ha expresado en muy diversos personajes y temáticas, tanto en cine como en televisión y aunque destacó en papeles de indudable calidad, en filmes de Bardem y Garci, es posiblemente más conocido por sus películas de humor.

Para Alfredo, el "landismo" fue un fenómeno sociológico y no quiso infravalorarlo, porque es una etapa de su vida. "Ahora no podría hacer esos personajes porque tengo 70 años, pero aquel cine al que se ha llamado de una forma peyorativa, como de consumo, creo que tenía que existir y si hubiera que volver a hacerlo, estoy dispuesto".